Hola a todos
Liliana es una de muchísimas mujeres extranjeras que llegan a España buscando una vida mejor y lo que se encuentran es que esto no es el paraíso y que la vida aquí aunque vivimos mejor que en muchos países, no es muy diferente y la vida es dura en España, Colombia, Francia... y en la China.
Hola Ana, hace 23 años que vine a España, soy Colombiana, al decir mi nacionalidad muchas personas pensaran mal de mi, es algo que siempre me ha pasado, pero espero que se me den consejos sin tener en cuenta de donde vengo.
Mi historia comienza a los cuatro meses de estar en este país, yo llegue aquí con muchísimas ilusiones y proyectos, pensando que aquí encontraría una vida mejor para mi y mis hijos. Me vine con 24 años con todo el dolor de mi alma dejando a mis dos pequeños de tan solo 3 años atrás, pero no me quedo de otra, mi marido falleció con tan solo 25 años y yo me tuve que buscar la vida, pero la vida en Colombia no es fácil y tuve que venir a España para poder dar de comer a mis pequeños y a mi mama que era la que se encargo de ellos en mi ausencia.
Cuando llegue a España pensé que esto seria de otra manera, que abría trabajo, pero me equivoque, fueron momentos muy difíciles en donde me vi durmiendo en la calle y pidiendo para comer por que no encontraba donde poder trabajar, en la calle conocí a mi gran amiga María, ella era prostituta y me ofreció su casa para que no estuviera en la calle, al no encontrar trabajo no me quedo de otra que meterme en la prostitución y no me arrepiento por que gracias a ello pude mandar dinero a mi mama y alimentar a mis hijos, conseguí lo que quería darles unos estudios y que fueran personas de bien, solo por eso valió la pena ser prostituta.
Mucha gente piensa que es un trabajo fácil que lo hacemos por que nos da la gana y no es así, es un trabajo muy duro y frustrante, recuerdo la primera experiencia con un cliente que tuve y estuve mas de tres horas en la ducha llorando y restregándome mis partes intimas, pensando en mis hijos, en lo que iban a pensar de su mama si algún día se enteraban, era una sensación horrorosa y me costo centrarme y aprender a seguir por ellos, solo por ellos.
Cuando mis niños cumplieron la mayoría de edad yo misma les conté a lo que me había dedicado y lo que había pasado, se lo confesé con mucho miedo de que me rechazaran, pero mi sorpresa fue muy grata cuando me miraron a los ojos y me dijeron ... "Mama si es lo que tuviste que hacer, te lo agradecemos y respetamos, pero ahora es el momento de que nosotros seamos los que luchemos por ti y te paguemos lo que tu durante tantos años has hecho por nosotros ", imagínate mi cara Ana o mejor dicho imagínate la escena, los tres abrazados llorando... ese fue el único día que se hablo del tema de la prostitución, un año despues mi niño termino sus estudios y al año mi niña y entre los dos montaron una cafetería donde yo soy la cocinera y mi gran amiga María que tanto hizo por mi es la camarera.
Desde aquí quiero decirles a mis hijos que los amo más que a nada en esta vida y que sin ellos no hubiera podido vivir y a mi amiga, hermana, compañera, confidente... María, muchas gracias por todo, te amo, a la gente que lea mi historia muchas gracias y que jamás se arrepientan de lo que han echo por sacar a su familia adelante, yo no me arrepiento y lo volvería hacer en las mismas circunstancias y a ti Ana, mi gran Ana muchas gracias no solo por esto si no por que me has ayudado y escuchado muchas veces y jamás me has juzgado, eres una bella persona.